Soy Irene Lozano y quiero presentarte mi centro en Toledo. Un espacio donde poder cuidar de todos los miembros de la familia.

Soy fisioterapeuta y enfermera y llevo más de 15 años ayudando a las personas a conseguir su máximo estado de bienestar.

Este espacio nace de la pasión por comprender nuestra salud, la humildad de poder seguir aprendiendo continuamente y la experiencia que la práctica clínica diaria me ofrece.

De 2007 a 2010 estudié fisioterapia en la Universidad de Castilla la Mancha, en la Escuela Universitaria de Fisioterapia de Toledo. Posteriormente en 2010 comencé a estudiar el Grado Universitario en Enfermería en la misma escuela y me gradué en 2014. Desde 2010 compaginé mi consulta de fisioterapia con la continuidad en mi formación y actualmente cuento con diferentes especialidades.

En cada sección puedes ampliar mi currículum académico y profesional y cómo puedo ayudarte.

Llevo años acudiendo a Irene y solo puedo tener buenas palabras para su trabajo, su profesionalidad y su espíritu de mejora continua. Me ha atendido como fisioterapeuta, en consultas de lactancia, como fisio pediátrica… Me salvó la lactancia con la respuesta para unas grietas horribles, también consiguió que volviera a dormir después de casi tres años, ofreciéndome la alternativa más respetuosa posible con mi peque y conmigo. Para mí es un referente en la crianza.

Estoy embarazada y me ha ayudado muchísimo. Tanto el pilates con ella, adaptado 100% al embarazo, como sus consejos acerca del parto y la gestión del dolor, me han venido genial. He aprendido un montón. Irene es un amor y una profesional que entiende muchísimo y se implica a tope.

Descubrí a Irene cuando me mudé a Toledo y necesitaba ayuda con mi bebé. Desde el primer momento supe que estaba en buenas manos. Tiene una manera de explicar y tratar a los bebés que te transmite paz. Después de eso he seguido yendo por diferentes motivos y siempre ha sido un 10. Profesional, cercana y con mucho corazón.

¡Genial servicio! Me asesoró durante mi embarazo de una manera fantástica que me permitió tener un parto consciente y natural. También en la lactancia. Un 10.

Tenía muchas ganas de conocerla y estoy encantada. Las clases de pilates para embarazadas son terapia de la buena. Irene además me ayudó muchísimo con mi bebé y sus diagnósticos y recomendaciones fueron acertadísimos. Fue luz en las tinieblas.

Conocí a Irene buscando algo para mantenerme activa durante el embarazo. Las clases son amenas, divertidas, las rutinas fantásticas, pero además Irene crea un ambiente cálido y de acompañamiento. Ir a clase con ella era como ir en familia y me ayudó muchísimo a nivel emocional también.

Cada vez que voy a su consulta me llevo aprendizajes y consejos muy valiosos. Siempre busca el origen del problema, no se queda en lo superficial. Y si algo destaco es que te explica y argumenta por qué algo sí o algo no, se forma científica y exhaustivamente.

Desprende profesionalidad y formación por todas partes. Ha tratado a toda mi familia, abuelos, papás y bebés. Tengo plena confianza en ella. Siempre formándose y actualizándose, y con un trato ejemplar.

A veces, tienes la suerte de conocer a profesionales ACTUALIZADOS (y mucho) y entonces empiezas a recorrer camino con ellos durante años. No te va vendiendo bonos como el que vende gominolas. Es honesta y trabajadora.

Irene me trató muchas veces y puedo afirmar que es una profesional excelente, persona cercana y una maravilla sus terapias. Muy recomendable.

Más de 130 opiniones reales con una valoración media de 4,8/5 en Google. Estas son algunas de las experiencias auténticas que reflejan mi compromiso con mi trabajo.

Después de más de 15 años de trabajo, tengo la suerte de contar con una valoración muy alta en la voz de quienes han confiado en mí. No tengo 5 estrellas y no me preocupa esconderlo. Es normal: no siempre he cumplido con las expectativas de todo el mundo. 

No siempre se puede gustar a todo el mundo, y que tomar decisiones distintas, ofrecer una mirada innovadora y posicionarme con firmeza en ciertos temas ha generado debate. Algunas críticas han venido precisamente por atreverme a hacer las cosas de forma diferente, cuando todavía no eran prácticas extendidas. Hoy, muchas de esas ideas cuentan con el respaldo de la evidencia científica.

Mi forma de trabajar es muy personal, comprometida y, a menudo, distinta a la habitual. He apostado por enfoques que entonces no eran comunes y que hoy están empezando a reconocerse por su valor. Tomar caminos diferentes a veces genera resistencia, pero sigo creyendo que vale la pena hacerlo si es por el bien de las personas que acompaño.

También he cometido errores. Forman parte del aprendizaje profesional y humano, y los asumo con responsabilidad y con el deseo constante de mejorar. Pero mantengo mi compromiso: decir lo que pienso con honestidad, tratar a cada persona con respeto, y seguir defendiendo lo que creo que es mejor para sus procesos, aunque a veces eso no encaje con todas las expectativas.

Gracias a quienes habéis compartido vuestra experiencia, tanto si ha sido positiva como si me ha ayudado a seguir creciendo.